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Ya llevo dos años en Ecuador, estoy esperando un reasentamiento para otro país, pero igual, según la llamada que nos dieron hoy, se demora todavía unos tres o cuatro meses.

 

Yo soy Boris Estrada Triana. 45 años. Casado. Nacido en Cali, Colombia.

 

Emigré porque teníamos un negocio y la guerrilla comenzó a cobrarnos vacuna, o sea un impuesto, y si no se les pagaba ese impuesto atentaban contra nosotros. Esa historia no es nueva.

 

Lo más difícil es porque teníamos casa propia, en mi trabajo llevaba ya 11 años, mi esposa también tenía su trabajo, en un laboratorio. Teníamos una vida organizada y tener que abandonar todo de un día para otro es difícil.

 

 Gracias a Dios aquí teníamos una familia que nos recibió, nos recibió y pues, nos dio el apoyo mientras nosotros nos organizábamos. Ahorita ya estamos aparte, independientes.

 

 

De pronto mis hijas fueron para las que fue más traumático. Porque tuvieron que dejar todo. Mi hija mayor estaba en la Universidad, y la menor dejar su colegio. No, para todos fue muy difícil. Igual para todos.

 

De pronto, la explotación laboral es un problema, porque si usted como inmigrante quiere trabajar, no te quieren pagar lo que es. La explotación e igualmente discriminación.

 

Qué es lo que extraño de mi país? Todo. Digo, la familia que quedó allá, amistades, la misma cultura. Todo.

 

Algún día espero regresar, claro, pero pues yo sé que por el momento no se puede, pero sí.

 

Adaptación transcrita de la entrevista realizada a "Pepe" (identidad protegida). 30-12-15. Quito, Ecuador

 

 

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